Biologia
Chicos! espero que estén bien. Mañana a la mañana cierro la actividad del formulario.
Les dejo este trabajo para entregar la semana próxima 14/06/2021
ACTIVIDAD Nº 8
DARWIN Y LA TEORIA DE LA SELECCIÓN NATURAL
1-
Antes de empezar a trabajar
vamos a conocer quien fue Charles Darwin y que hizo. Lee el texto a
continuación: "El viaje del Beagle" de Charles
Darwin: 5 anécdotas poco conocidas de su recorrido por América del Sur
(https://www.bbc.com/mundo/noticias-48253807)
Charles Darwin propuso la teoría de la evolución por
selección natural. ¿Cómo? ¿Por qué? tuvo esta idea. El origen de esta idea
fueron sus casi 5 años de travesía por el mundo, descritos en el libro "El
viaje del Beagle", publicado hace 180 años.
Charles Darwin navegó desde 1832 hasta octubre de 1835 por aguas sudamericanas, la mayoría de historias provienen de Argentina, Brasil, Chile, Ecuador, Perú y Uruguay.
Veamos
5 historias que cuenta Darwin:
1. Horror
y disgusto
El primer destino en
América del Sur fue en la ciudad brasileña de Salvador de Bahía, uno de los
principales puertos de tráfico de esclavos.
"Darwin estaba
horrorizado” La
esclavitud "despertaba en él unos poderosos instintos humanitarios" .En
"El viaje del Beagle", Darwin cuenta una "anécdota
insignificante" que en el momento le impactó más que "cualquier historia de crueldad".
Durante su estadía en
Río de Janeiro, intentando darle unas indicaciones a un negro esclavo.
"En un esfuerzo
por hacerle entender, hablé en voz alta y gesticulé, y al hacerlo, pasé mi mano
cerca de su cara", narra. El hombre se asustó y pensó que iba a ser golpeado.
"Nunca olvidaré mis sentimientos de sorpresa, disgusto y vergüenza al ver
a un hombre grande y poderoso con miedo a recibir lo que pensó sería un golpe
dirigido a su rostro", cuenta Darwin.
2. Objetos
"asombrosos"
Durante su viaje por
el continente, Darwin descubrió que poseía "dos o tres artículos,
especialmente una brújula de bolsillo, que generaban un asombro desenfrenado",
escribe en el libro. "En cada casa -explica- se me pedía que mostrara la
brújula y que, con su ayuda más un mapa, señalara la dirección en que se
encontraban distintos lugares". Pero “la sorpresa mía era mayor",
afirma Darwin. Para él era inconcebible que los dueños de miles de cabezas de
ganado y enormes extensiones de tierra tuvieran "tal ignorancia".
Además de la brújula,
también los llamados fósforos ingleses o "prometeos" eran accesorios que
Darwin llevaba y sorprendían a la gente. Los "prometeos" se encendían
rompiendo la cabeza del fósforo
con un par de pinzas o, como le gustaba hacerlo a Darwin, con los dientes. Les
parecía espectacular que
un hombre pudiese hacer fuego con sus dientes que era normal
que toda una familia se juntara a verlo, cuenta el naturalista. Hasta le
ofrecieron un dólar por tan solo uno de estos fósforos.
3. Los (apuestos) gauchos
Darwin describe a los gauchos de Argentina y Uruguay con gran admiración. El
contrataba gauchos como guías locales y seguridad decía que: "Su
apariencia es de lo más llamativa", escribe, "En general son altos y apuestos, pero
con un semblante orgulloso " Pero los describe como "animales
carnívoros" y destaca su habilidad de "perfectos jinetes", que
"parecen ser parte de sus caballos".
Una de las
habilidades que más le llamaron la atención fue la de cabalgar a máxima
velocidad y, al mismo tiempo, enlazar a un animal con una cuerda o boleadoras. Cuenta
Darwin que, un día, mientras se divertía
galopando y girando las boleadoras sobre su cabeza, por
accidente la bola que estaba libre golpeó un arbusto, cuenta. La boleadora,
"como por arte de magia", atrapó la pata trasera del caballo de
Darwin que afortunadamente era un animal experimentado y supo liberarse sin
caer al suelo, continúa. "Los gauchos explotaron de risa. Exclamaban que
habían visto capturar a todo tipo de animales, pero nunca antes habían visto a un hombre atrapándose a sí mismo".
4. Para los desconfiados
Tras un par de años viajando y de hacer un enorme esfuerzo Darwin "estaba en un nivel que le permitía entender y hacerse entender". Esto le fue útil cuando llegó a Chile, donde la búsqueda de minas era un próspero negocio incentivado por el gobierno chileno. "El descubridor puede abrir una mina en cualquier terreno pagando cinco chelines; y antes de pagar esto, puede intentarlo, incluso en el jardín de otro hombre, durante 20 días", explica. Por eso, las exploraciones geológicas que Darwin realizaba generaban desconfianza entre los chilenos: "Pasaba un largo rato antes de poder convencerlos de que yo no estaba cazando minas". "Descubrí que la mejor forma de explicar mi trabajo era preguntarles cómo es que ellos no sentían curiosidad sobre los terremotos y volcanes, por qué algunas primaveras eran cálidas y otras frías, por qué habían montañas en Chile y ni una sola colina en La Plata", explica. Si bien la mayoría se daba por satisfecha, algunos, seguían desconfiados y decían “Dios ha hecho las montañas".
5. Gastronomía autóctona
Darwin, no se privó de comer una amplia
variedad de animales autóctonos que hoy están protegidos por ley.Entre otros,
comió puma ("una carne muy blanca y de sabor similar a la ternera"),
armadillo ("un excelente plato cuando se asa en su caparazón"), agutí
(que no apetece a los gauchos por ser "carne seca") y la iguana
terrestre de las Galápagos ("que gusta a aquellos cuyos estómagos están
por encima de todo prejuicio").
En las Islas Galápagos de Ecuador también degustó las famosas tortugas gigantes, que en aquel entonces eran la principal fuente de fibra animal de los locales, cuenta en "El viaje del Beagle". "La pechuga asada con piel (como los gauchos preparan la carne con cuero) es muy buena y las tortugas jóvenes son excelentes para la sopa, pero por lo demás, la carne es indiferente para mi gusto". Ya el propio Darwin cuenta que los locales notaban que la población de tortugas gigantes se había reducido mucho, pero que "la gente aún cuenta con esos dos días de caza que les da comida por el resto de la semana". También cuenta: "Se dice que un solo buque se ha llevado hasta 700 y que en un día una fragata aplastó 200 tortugas en la playa".
Darwin se esforzó por capturar un
ejemplar de ñandú petiso, compitiendo incluso con unos colectores enviados a la
región del Río de la Plata por el gobierno francés. Estando en la Patagonia,
finalmente logró encontrar a la especie, pero en su plato. "El
ave había sido cocinada y comida antes de darme cuenta", narra.
"Afortunadamente la cabeza, cuello, patas, alas, muchas de las plumas más
grandes y gran parte de la piel habían sido preservadas". "Con esto
se armó un espécimen casi perfecto que está ahora en exhibición en el museo de
la Sociedad Zoológica" de Londres. Esa ave que hoy es mayormente conocida
como "ñandú de Darwin" se convirtió en una de las anécdotas
favoritas del naturalista de toda su expedición.
2-
Escribe 7 líneas, brindando información
sobre: ¿Quién era Darwin?.
3- Investiga y responde:
a) ¿Qué observó Darwin en las Islas
Galápagos y en Argentina?
b) ¿Qué son los pinzones de Darwin?
c) ¿Qué explica Darwin sobre los pinzones?
d) Recordando la
explicación de Lamarck sobre el cuello de la Jirafa. ¿Cómo explica Darwin el
tema del cuello largo de la Jirafa?
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